Pirjo Stråte, madre que sufre desde hace 15 años por el suicidio de su hijo. Foto SPES
Hace poco tuve la
oportunidad de leer sobre el problema de los suicidios en la provincia de
Estocolmo, en Suecia, en un articulo del periódico local Mitt i Östermalm (El
Centro de Östermalm), del 26 junio pasado, firmado por el periodista Jill
Eriksson. En él se daban las siguientes cifras: 3000 intentos de suicidios y
300 suicidios consumados cada año sólo a nivel provincial.
El artículo se
describe la experiencia de una madre, Pirjo Stråtes, que tuvo que pasar por la
terrible experiencia del suicidio de su hijo. Una mañana Pirjo encontró a su
hijo, Johan, de 20 años muerto en su dormitorio, junto al joven una carta en
donde explicaba que su acción era un suicidio. Esta decisión tan radical de
Johan se explica a partir de su inestabilidad emocional, según el testimonio de
la novia de Johan, tal como se escribe en el artículo, dice que el joven sufría
de una profunda depresión.
El género con
mayor representación entre las victimas del suicidio están los hombres. Según
el centro de estadísticas médicas de la provincia de Estocolmo el año pasado
hubo 131 suicidios consumados de hombres y 82 de mujeres. El grupo de edades
que con más frecuencia aparecen los suicidios en los hombres es el de entre 25 a 44 años y en las mujeres
entre 45 y 65 años.
Existen varios
proyectos que tienen como objetivo la prevención del suicidio. Uno de ellos es
SPES, que son las iniciales de Suicid Prevention och Efterlevandes Stöd
(Prevención del Suicidio y Ayuda a los Sobrevivientes). Este proyecto está
anclado a la provincia de Estocolmo y su presidente es precisamente Pirjo
Stråtes. Otro proyecto que tiene que ver con la prevención del suicidio es el
Spis, y que es una abreviatura de lo que
en idioma sueco llaman por Suicidprevention Inom Stockholms län (Prevención del
Suicidio en la Provincia
de Estocolmo). En este caso es el estado quien toma la iniciativa e involucra a
la policía y personal paramédico, una enfermera que se involucra con la policía
cuando se da una alarma de suicidio.
En el artículo
habla de las causas de los suicidios, entre ellas que muchos jóvenes enfrentan
problemas de desbalance psicológico. Algunos tienen una compleja situación en
sus casas, como no tener comida, aunque no aclara si porque los padres no
atienden a sus hijos o por problemas económicos. Aunque, un comentario que se
puede agregar a esta información, es que lo dicho más que las causas parecen
ser los efectos de un estilo de vida que en muchos caso va en contra del ser
humano. El artículo no se lanza a un análisis de las causas de los suicidios.
En el caso de
Cuba la tasa de suicidios se acerca al de Suecia. En un artículo de Rafael
Rojas en el diario La Nación que los índices de suicidios en Cuba están muy
cercanos a los de países como el de Suecia. Cuba sería la nación que más
suicidios percápita tienen en el hemisferio occidental.
Considero que el artículo
resulta importante, es un sobre aviso de la problemática de los suicidios. Junto
con un acercamiento al drama del suicidio, que no termina con la muerte del
suicida, sino que se extiende en el sufrimiento que esto puede erigir en los
familiares. Tal y como lo representa el testimonio de Pirjo Stråtes, que a 15
años del suicidio de su hijo Johan, ha aprendido a convivir con la pena y el
dolor que esto le representa.
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