¿Quién no recuerda la historia del soldadito de plomo, del escritor danés Hans Christian Andersen? Es una de las historias que ciertamente han deja una huella en cada niño que la ha escuchado. A mi personalmente no quedó más que rememorarla una tarde lluviosa, al ver en la entrada de una de las tiendas más exclusivas de Estocolmo, conocida por PUB, a dos jóvenes vestido tal como uno se imagina a los soldaditos de plomo. Los niños del futuro quizás no recuerden que era un soldadito de plomo, en casos raros se ven, pero si sabrán, a diferencia de otras generaciones, reconocer los soldados con los que jugaban, con los soldaditos virtuales.
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