Hace poco tuve la oportunidad de pasar por el lugar donde acampan los ”Indignados” , los que protagonizan el “ocuppy” de Estocolmo, en el parque que queda detrás del centro comercial Galerian, en el mismo centro de la ciudad. Me llamó la atención que aquello pareciese un campamento militar en plena ciudad. Aunque cuando empecé a leer los carteles que cuelgan por todos lados allí uno puede entender que eso no tiene nada que ver con los militares. Al menos así parece.
Es saludable que los jóvenes tomen iniciativas y tengan el ímpetu del cambio, aunque sería saludable también preguntarse que cambios quieren realizar los mismos. Uno de los carteles que andaban colgando entre las matas del parque en donde acampan los indignados suecos estaba escrito que el sistema capitalista era un error. Este cartel lo hicieron con mucha creatividad pues usan el modelo de las ventanas que aparecen en el Windows para comunicar error. En el cartel se proponía un cambio de sistema.
Que interesante sería saber cual es el otro sistema por el que vamos a cambiar el capitalismo. No tuve el tiempo para detenerme a los que vi ir de una tienda de campaña a la otra, aunque pienso que sería interesante escuchar las argumentaciones de los indignados. Bueno, cambiar el sistema si en verdad existe otro sistema, pero por lo que parece el sistema es el mismo en todos lados, lo mismo da que sea un país socialista como Cuba que uno islámico.
El sistema capitalista no sólo se ha expandido sino que a pesar de la llamada crisis el capitalismo se ha robustecido. Esto gracias al supuesto enemigo jurado del capitalismo, el sistema comunista, que en el caso de China y Vietnam y con la apertura y el auge económico han fortalecido al sistema. En el caso de China no sólo ha fortalecido el sistema capitalista sino que lo guía en cierta forma y hasta le sirve de soporte en momentos de crisis.
En cierta manera los indignados tienen razón en cuanto su critica al capitalismo, si se mira a España, lugar en que el movimiento nació, Portugal, Grecia y Latinoamérica. Estos países en siglos han convivido con el capitalismo y extrañamente no lograron un desarrollo tal como el que China, que después de décadas de férreo control estalinista, ha logrado.
Los indignados estarán en contra del sistema capitalista, al menos eso quieren demostrar quieren demostrar, aunque parece que no prescinden de los beneficios del sistema. Esto se puede ver a simple vista cuando los indignados usan la electricidad y hablan a través de teléfonos móviles. Me imagino que uno más que otro tendrá a su lado su lapto.
Después de ver el campamento de los ocuppy bien valdría la perna preguntarse si los indignados no son también un producto del sistema. El sistema que siempre está mostrando que hay libertad. Bien podría ser que el sistema, el capitalista, tiene que facilitarle un espacio a los jóvenes para canalizar sus frustraciones, un lugar en donde ordenadamente se indignan los indignados.
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