Transitando por una de las principales arterias de la capital sueca, Estocolmo, llegó hasta mi la melodía de “que le pongan salsa”, busqué con la vista si era algun automovilista, el trafico fluia y la música persistía. Encontré que la melodía llegaba desde un parque cercano, el de Kungsträdgården, dirigí mis pasos por curiosidad al lugar y encontré que se realizaba frente a la escena que tiene dicho parque una actividad bailable. La música que se estaba tocando era conocida para mi y otras no.
La actividad, como luego pude informarme, estaba rganizada por Zumba y el parque de Kungsträdgården. El ambiente festivo recordaba al de los eventos bailables de Cuba. A la ciudad le daba color y alegría y atraía a público y la mirada de los que por allí pasaban. La presencia de los cubanos se notaba, algunos los pude reconocer y saludar, aunque entre los latinos eran más representativos los sudamericanos, al menos en el momento que estuve, entre las 6:30 pm y las 8:00 pm.
La presencia cultural cubana crece en estos parajes nórdicos y muestra de ellos es la aparición de lugares de divertimento. Uno de ellos es el club Loco, que entre otras cosas organiza eventos con música y baile. No nos sorprender la expansión cultural que está teniendo lugar aquí, ya que son muchos los cubanos que han llegado a este país. Por ser una emigración muy variopinta conforma la emigración cubana a Suecia muy bien una comunidad alternativa a la de Miami, así como la puede conformar la de España.
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