Democracia es la meta a donde los sirios van, dice el cartel de la foto.
Las protestas contra el regimen de Bashar al-Assar han llegado a la capital sueca, Estocolmo. Alrededor de 200 personas se dieron cita en el centrico lugar de Sergelstorget para materializar la condena al régimen de Siria.
Uno de los que tomó la palabra expresó su confianza de que tal como Muamar Gadafi había terminado en una cloaca, así también terminaría Bashar al-Assar. Otros de los oradores exigió al gobierno de Suecia a que siguiera el ejemplo de algunos de los países europeos, los mismos cerraron las embajadas de Siria en sus respectivos países. Además, este mismo orador, condenó a países como Rusia y China por servir de soporte al régimen sirio. Según lo expresado por esta persona Rusia exporta cantidades enormes de armas a Siria.
Los hombres presentes allí, que representaban la gran mayoría, entonaron consignas y con un tambor danzaron a un ritmo que trasmitía un espíritu bélico. Fotos de las victimas de Bashar al-Assar se expusieron en el lugar que tenían asignado para la manifestación.
Bien se puede preguntar uno si el régimen sirio acabará como el de Gadafi. Son dos realidades diferentes, tal como parece hubo una aceptación de Rusia y China para que se diera fin al régimen de Gadafi, algo que no se experimenta de la misma manera en Siria. Si bien Rusia y China se mostraron neutrales frente a la revolución en Libia, actúan de forma activa en el caso de Siria, impidiendo, entre otras cosas, que se apruebe la resolución de la ONU sobre este país del Medio Oriente.
También habría que preguntarse sobre si se está actuando de forma ética en el caso de las victimas ocasionadas por el conflicto. Uno se lleva la impresión de que en las noticias se muestran a las victimas para promover intereses específicos, pasándole por el lado al dolor humano que esto produce.
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