Es común que cuando hablan del aborto lo incluyen como un método anticonceptivo. En la práctica el aborto y los métodos anticonceptivos tienen dos naturalezas muy distintas, aunque para algunos no haya diferencias. La diferencia la encontramos en que los métodos anticonceptivos, como la palabra misma lo indica, tienen como objetivo impedir la fecundación. El otro, el aborto, actúa cuando la fecundación ya es un hecho, y trata de cortar el desarrollo del feto humano en el vientre de la madre.
Claro está que las cuestiones que suscita el aborto se diferencian notablemente de las que motivan a los anticonceptivos. El aborto, a diferencia de los anticonceptivos trata, incluye la cuestión de definir al ser humano como tal y con el momento en que el feto humano se le reconoce como a un ser humano. En muchas de las sociedades modernas el feto no es considerado como un individuo, una persona, y carece de personalidad jurídica como los ya nacidos. En casos se considera al feto como una parte más del cuerpo de la madre.
Foto tomada en Ciudad México, santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, 2008.
En algunos contextos religiosos se ve el aborto como un atentado contra la vida de una persona en la misma magnitud que si se atentara contra un niño, adulto o anciano. Al feto se le reconoce como ser humano desde el momento de la concepción. Además, se la individualidad del feto con referencia a la madre, es decir que a pesar de que el feto y la madre comparten un mismo cuerpo son en la práctica considerados dos individuos diferentes. Esto, conjuntamente con el principio de que la vida de cada ser humano es sagrada, quiere decir que es Dios quien dispone de darla y quitarla, son entre otros los argumentos que se expone contra el aborto.
No sólo desde un punto de vista que llamemos religioso es en donde encontramos una explicación para refutar el aborto. Hay argumentos racionales que se basan por ejemplo en el pensamiento aristotélico, específicamente en el principio de la potencialidad y la actualidad. Estas ideas si se revierten en el caso de un feto en el vientre de la madre nos muestran como el feto desde su concepción es en potencia un ser humano que actualizará ese potencial en el proceso que culmina en su nacimiento. Es difícil negar racionalmente que un bebé sea en potencia un ser humano adulto, haciendo un paralelo con el feto humano podría decirse que, un feto humano es en potencia un bebé, por consiguiente un ser humano adulto en potencia.
La cuestión del aborto debería por su naturaleza relacionarse más con la eutanasia y la pena de muerte que con los métodos anticonceptivos. Los tres juntos tienen en común tocan muy de cerca la cuestión fundamental del derecho a la vida de cada individuo.
Hasta el siglo XIX los controles poblacionales se realizaban a través de guerras, hasta la aparición de las grandes ideologías del siglo XX que desangraron a la humanidad. Las guerras y los campos de concentración se han convertido en herramientas obsoletas, aunque se puede apreciar que los mismos objetivos se pueden logran en primer lugar con el aborto y poco a poco con la aceptación cada vez más de la eutanasia.
1 comentario:
La educación y el amor promueven el respeto a la vida y la dignidad de todo ser humano nacido o no nacido. La ignorancia y el egoísmo imponen el crimen del aborto como medida brutal para deshacerse del indefenso, desvalido e indeseado.
El asesinato cobarde del inocente en el vientre jamás será una opción aceptable y racional para un pueblo civilizado y de progreso.
El que busque imponer el crimen del aborto nos empuja hacia la barbarie, hacia la edad de piedra, hacia la jungla y el salvajismo.
ABORTO = ABUSO, BRUTALIDAD, CRIMEN, EGOÍSMO, IGNORANCIA, VIOLENCIA Y MUERTE.
¿Qué realmente es el crimen del aborto? El crimen del aborto es un CRIMEN DE ODIO contra la Humanidad. ¡Denúncialo!
¡¡¡Respeto a la Vida es AMOR y PAZ!!!
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