Hace poco cayó en mis manos un libro de fotografía, un proyecto que refleja la vida de los inmigrantes de diferentes regiones del planeta en los países nórdicos. No me hubiera sorprendido mucho ver reflejada en esas realidades algún que otro cubano ya que muchos hemos emigrado a estas regiones, sobretodo a la península de Escandinavia. Si hay un ejemplo de una cubana y de la que se cuenta su historia para llegar a estos lugares aunque la localización en cuestión resulta de lo más interesante, la isla de Islandia, más lejos y apartado que eso no lo hay y pienso que muy pocos cubanos han logrado llegar a un lugar como ese. Pero, que no hace uno por escapar de Cuba.
En el libro junto a la foto viene relatada la historia, con las peripecias y sobresaltos, que la persona de Ivis del Carmen, nacida en 1970 en la zona rural de Cuba, tuvo que pasar para llegar a Nupur, cercano al fiordo de Dyra, no muy lejos de la costa de Groenlandia, uno de los puntos más al norte de Islandia, y establecer allí su residencia junto con su esposo Zofonias.
En el relato aparece también el sobresalto de Ivis al ver el lugar que le tocó para vivir, una granja en una zona de la tundra desolada. La pareja de Ivis y Zofonia son ahora papás, y según relato la vida le va de lo más bien. Zofonia aprendió a hablar español y las costumbres parecen haberse cubanizado por esas regiones, una gran parte de la dieta alimenticia de la familia cubano-islandesa son de base criolla.
Aunque la naturaleza en Islandia tiene una gran diferencia con la de Cuba, Ivis se ha acostumbrado al periodo más difícil por estos lugares que es el invierno y la oscuridad. Ivis relata que ella se siente más molesta cuando viene el verano y las noches desaparecen.
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