lunes, 28 de junio de 2010

Skokloster: viaje en la historia de Suecia

Ahora se puede decir que llegó el verano a Suecia y con ello el buen tiempo y el sol invitan a visitar lugares de mucho interés y en donde se puede pasar verdaderamente un buen rato. Uno de los lugares que se buscaría ir es al palacio de Skokloster, convertido en museo que guarda uno de los más grandes tesoros culturales de esta nación y de toda Escandinavia.

IMG_4407 Fachada principal del palacio

El lugar donde tiene su asentamiento el palacio es la península de Sko, a orillas del lago Mälaren, entre las ciudades de Estocolmo y Enköping. Su historia comienza cuando en el siglo XII se construyó a un kilómetro del lugar una iglesia de estilo románico, de la cual se conservan los restos. Más tarde en el año 1230 el convento femenino cisterciense de Bayarums, en la provincia de Småland, al sur de Suecia, se instaló en este lugar de la provincia de Uppland.

IMG_4443 Piedra rúnica

IMG_4359Crucifijo del convento cisterciense 

En el año 1523 se convierte en regente de Suecia Gustavo Vasa, con el se dio entrada a la reforma protestante de la que no se vio exenta el convento de Sko. Con el conocido nombre de “Reduktionen” (La Reducción) se inicio en 1527 una especie de nacionalización de las propiedades del clero y la Iglesia aprobado por el senado sueco. Los bienes y las propiedades se ponían entonces a disposición de la corona.

IMG_4386 El memorial. Ordenado así desde 1830. Muebles del estilo neogótico

IMG_4393 Lugar donde se guarda la platería.

Así no es hasta el año 1611 que el rey Carlos IX le entrega al noble estonio Herman Wrangel, las propiedades del antiguo convento de Sko por el servicio prestado a Suecia desde 1608 en la guerra. El nuevo dueño solo realizó visitas casuales a la propiedad hasta que en el año 1630 decidió asentarse en el lugar. Su primer cometido fue renovar y reparar la antigua casa de la finca, algunas casas menores que usaba el convento fueron convertidas en viviendas.

IMG_4410 Casa que perteneció al convento,

No sería hasta el año 1654 que se iniciara la construcción del actual palacio, cuando el hijo de Herman Wrangel, el conde Carl Gustaf Wrangel y capitán en la guerra de los 30 años, ordenó la construcción del palacio. La idea era levantar el edificio como un monumento a sí mismo y su familia. Éste fue el proyecto privado de construcción más grande en la época en que Suecia fue una gran potencia. y uno de los más grandes y hoy día uno de los monumentos más importantes de la cultura del siglo XVII en el mundo. La obra quedó terminada en el año de 1668.

IMG_4378 Entrada principal junto con artefactos antiguos

El palacio de Skokloster es una arquitectura barroca única en Suecia y en Europa y aquí se encuentran objetos mantenidos en el mismo lugar por más de 300 años, la mayoría de ellos en buen estado de conservación a pesar que la construcción no tiene las instalaciones para la temperatura con las que los demás museos cuentan. La forma de la edificación y los materiales que se escogieron colaboran muy bien con los objetos. Nada más hay que pensar en la cantidad de textiles como alfombras y cortinas que han sobrevivido el paso de los años y aun se mantienen conservados.

IMG_4382 Uno de los techos del palacio

Cuando Carl Gustav Wrangler dio comienzo a la construcción del palacio de Skokloster en 1654, se sirvió de la ayuda de uno de los ya conocidos arquitectos alemanes, Caspar Voge. Otros arquitectos que se vieron involucrados en el proyecto de este palacio y colaboraron en el diseño de la construcción fueron Nicodemus Tessin padre y Jean de la Vallée.

IMG_4401 Panorama del jardín desde la entrada principal

El palacio se construyó en dos etapas, el lado este se terminó en 1658, pero solo diez años después se pudo lograr poner todo el edificio bajo techo. Después siguieron muchos años de trabajos de arreglos y decoración que a la muerte de Carl Gustav Wrangler, en 1676, todavía no se habían terminado. La gran sala de los banquetes aun hoy sigue sin finalizar.

IMG_4400 Patio interior

En la información que se da sobre el palacio está que hay alrededor de 50 000 objetos, una biblioteca con alrededor de 30 000 ejemplares. Los objetos y libros proceden de herencias, y botín de guerra.

En el palacio se puede estudiar la decoración del barroco del tiempo del rey Carlos IX mejor que en cualquier otro lugar de Suecia. No hay otra colección que pueda mostrar tantos enseres domésticos del siglo XVII. Aunque están todos los momentos históricos y los estilos representados en cantidad de objetos.

IMG_4397 Uno de los pasillos interiores

La biblioteca del palacio se extiende a través de siete de las habitaciones. Cada una de las habitaciones se le nombra con las grandes ciudades de Europa. Entre el contenido están muchas de las exclusividades que podían tener un noble de aquella época. También contiene literatura que podría llamarse práctica, tal como enseñanza, del labrado de los campos, caza y quehaceres del hogar que en muchas ocasiones contenían verdaderas ilustraciones. Este tipo de literatura ha desparecido en otros lugares de Europa pero se ha logrado conservar en el palacio de Skokloster gracias a su conveniente temperatura.

IMG_4449 A Skokloster se llega también con excursión en bote desde Estocolmo

Durante unos pocos decenios del siglo XVII los intereses del estado sueco, es decir la corona, coincidieron con los de los aristócratas. La ley de “Reduktionen” fue aplicada también a los dueños del palacio de Skokloster. El estado sueco quería recuperar parte de las tierras que le había dado en donación a la nobleza y que las exigía todas o en parte de vuelta.

IMG_4425 El lugar ofrece también muchos atractivos naturales

En el año 1967 el estado sueco compró el palacio de Skokloster, desde entonces es un museo estatal. Cuando el estado tomó posesión del museo se realizó una importante renovación del lugar con metodos que se usaron para la construcción del palacio. Ello con la ayuda de los libros que Wrangel había dejado tras de sí.

El ambiente natural junto con la historia que uno se encuentra en ese lugar garantizan un ameno y enriquecedor tiempo en la visita a Skokloster.

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