miércoles, 16 de diciembre de 2009

Catolicismo : ética y medio ambiente en cumbre de Copenhague

Entre los días 7 y 18 de diciembre se efectúa la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas en Copenhague, el objetivo es llegar a un acuerdo vinculante para el 2012 que sustituya al de Kyoto. Los resultados que se esperan es que la mayoría de los países se suscriban a reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

El encuentro de Copenhague, Dinamarca, parece penetrar todos los ámbitos sociales, económicos y políticos e influirlos y estimular el pensamiento crítico. Si, el pensamiento critico también, pero no ese que talmente parece critico, fundamentado en una ideología que más que nada parece sacada de archivo de predicadores del Juicio Final. Todavía, gracias a Dios, que regidos por la racionalidad se apartan del fatalismo apocalíptico que empaña el discurso relacionado con el medio ambiente.

La diócesis católica de Suecia decida el domingo 13 de diciembre a el Domingo de la Vida, la predica del padre Erwin Bischofberger, que a su vez es profesor de ética médica, además quien perteneciera al Consejo Ético Médico de Suecia, no se hizo esperar que estuviera relacionada con lo que acontece en Copenhague. Si partimos de la premisa que el medio ambiente del planeta tierra es el espacio que la posibilidad que la vida se desarrolle entonces podemos entender el porque de la necesidad de que se tenga una especial atención por el entorno en que el hombre vive. A esto hay que agregarle que la visión de la Iglesia Católica sobre la vida en general que tiene como principio a Dios, y la creación en general, el universo en general está entre los planes de redención que Dios realiza a través de Jesucristo.

 

Catedrático Erwin Bischofberger

La cuestión fundamental que el catedrático Bischofberger ve es que en Copenhague se ve de frente la humanidad al futuro de la vida. Expertos del medio ambiente de casi todos los países participan en este encuentro, es por eso, asegura el presbítero, que este encuentro debe acompañarse con las oraciones y el interés de los creyentes. Por eso hace hincapié en la responsabilidad también de los creyentes en cuanto a preservar la vida, la vida en todos los aspectos. Tanto los hombres como los animales tienen un principio común que es incuestionable junto con elementos que comparten como la luz, el agua, el aire, la fragilidad y la muerte.

El presbítero Bischofberger hace un llamado a los católicos para que fomenten y prioricen los valores que hacen posible la convivencia y la vida y que conectan al hombre con toda la naturaleza. Esto es algo que se debe tener en cuenta antes de que se acabe por destruir todo entorno. El hombre es el único ser en toda la tierra que es un sujeto moral que significa que es un ser que lleva consigo una responsabilidad moral. Es por eso que el hombre es quien puede diferenciar entre una intervención permitida o hasta autorizada de una agresión, siguiendo una escala de valores.

Cuando se habla de la problemática del medio ambiente a veces falta por no decir casi siempre precisar de qué estamos hablando. ¿Cuál es el problema al que nos estamos enfrentando? La licenciada en técnicas ambientales Carmen María Escudero Martínez formula los problemas a los que el medio ambiente se enfrenta y describe las consecuencias a que estos mismos problemas darían paso.

El cambio del clima ha sido un acontecimiento natural a lo largo de la historia de la Tierra alternándose periodos cálidos con periodos fríos o glaciaciones. La diferencia del actual cambio es la velocidad a la que se está produciendo: ningún ser vivo -incluidos los seres humanos- tiene mecanismos o técnicas de adaptación que sean tan rápidos como para afrontarlo.

Los últimos modelos climáticos manifiestan un aumento generalizado de las temperaturas en todo el Planeta, una disminución de las precipitaciones –afirmación, esta última, que conviene ser matizada, ya que en las regiones en las que actualmente hay precipitaciones, se harán más abundantes-, la pérdida de los bosques tropicales -los pulmones de la Tierra-, alteraciones de las corrientes marinas, etc. Estas transformaciones constituyen un problema a escala planetaria, puesto que todo en la naturaleza está interrelacionado.

El impacto del cambio en el clima tiene dimensiones globales, y pondrá a millones de personas en situación límite: ciclos de inundaciones en unos lugares del planeta, extensos periodos de sequía en otros, conflictos derivados de los cambios, escasez de alimentos y problemas de salud y de bienestar social; todo ello agravado con temas como la contaminación y la pérdida de biodiversidad y de recursos

Para ilustrar la idea de cómo se desenvuelve la relación entre el hombre y la naturaleza hace el catedrático Bischofberger un paralelo en como los padres deben intervenir en el cuidado y desarrollo de los hijos y los maestros deben intervenir en la educación de sus alumnos. Estas intervenciones deben hacerse con el objetivo de asegurar la dignidad de los niños como personas, y por el contrario, no son los niños nacidos o no nacidos los que tienen responsabilidad hacia sus padres. Así, de la misma manera no es el medio ambiente quien es responsable por el hombre, todo lo contrario, ni los océanos, ni los montes, ni las plantas y ni los animales son moralmente responsables y no pueden actuar como el hombre. Todos ellos tienes un millar de razones para su existencia y tienen en sí un valor y deben tratarse con cuidado. La responsabilidad no está limitada solamente a la persona sino a nuestro entorno, nuestro medio ambiente que hace posible nuestra vida.

La solución para el problema quizá no esté en un pulpito de una Iglesia Católica, aunque sí las recomendaciones del presbitero Bischofberger son validas para más que aquellos católicos que lo escucharon el domingo de la vida. La recomendación está en no dejarse arrastrar por las ganancias a corto plazo que llevan en sí perdidas a largo plazo. Hay que apostar por las ganancias que vienen a largo plazo y que tienen en cuenta al mundo en su totalidad.

HPIM6938Afiche de agitación que llama a los jóvenes al boicot contra el evento de Copenhague aparecido en las calles de Estocolmo.

La responsabilidad es de todos, cambiar la forma de pensar del hombre, una transición de la mentalidad de ganancias a corto plazo por una de a largo plazo que tenga consigo resultados más duraderos.

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