Cuantas veces no hemos escuchado que al Che Guevara se le tomaba afecto por su sencillez, de que muchos se sentían inspirados en los sentimientos genuinamente revolucionarios del mismo. Y cuantas veces en aquello más parecido a una vida de santo nos distinguían al Che por aquel altruismo y aquel desinterés que le atribuían. Uno se puede preguntar entonces como es que su figura pueda venderse en una de las tiendas más exclusivas de tabacos de Estocolmo, en una caja de tabaco de lujo. El precio del Che Guevara es solo asequible a las elites económicas, esas mismas que en su momento decía combatir. Para que se lleven una idea del precio que es en el momento de la foto, el 12 de noviembre pasado, 18750 coronas suecas, cada dólar se cotiza a 7 coronas.
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