La Revolución Francesa ha sido el paradigma de las demás revoluciones que vinieron después sobre todo en lo referente al culto a la violencia. Sólo basta echarle un vistazo a las revoluciones que luego surgirían después de 1789 hasta nuestros días.
Recuerdo como si fuera hoy el 14 de julio de 1989 impregnado por los cambios en Europa del Este y en la Unión Soviética. Esperaba que se le hubiera prestado mucho más atención a esta fecha pero todo quedó en un pequeño comentario noticioso en el noticiero de las 8 del canal 6. Cuando se profundiza en los conocimientos de tal Revolución entiende uno por qué en Cuba precisamente el régimen toma esta festividad con mucha cautela.
Suecia, por ejemplo, es otro ejemplo de lo cuidadoso que se puede llegar a ser en la celebración del día de la Revolución Francesa. Casualmente ese día coincide con el cumpleaños de la princesa heredera de Suecia, Victoria Ingrid Alice Désirée, y eso hace que la festividad revolucionaria se pierda entre los festejos cumpleañeros de la princesa.
La Revolución Francesa es un tema que debería ser de importancia para los cubanos. La violencia nacida del jacobinismo repercutirá en las revoluciones del siglo XIX cubanas y prepararía el camino hacía lo que vendría en 1959.
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