El día dedicado a los trabajadores, el primero de mayo, es como en muchos lugares en Suecia feriado. Como es costumbre en su capital, Estocolmo, explota coloridas demostraciones obreras a lo largo de sus calles y parques. Así es el caso del céntrico parque de Kungsträdgården, al que he visto ocupado en esa fecha por el vänsterpartiet, o el partido de izquierda, eufemismo que en esta etapa post-moderna se usa para tapar el nombre que en realidad lleva que es el de comunista. Banderas y logotipos comunistas estaban por doquiera, quioscos con ventas de propaganda, incluido el la misma café y algunos samwichis. Yo tuve la oportunidad de pasar por el lugar y también unos minutos para detenerme y sacar algunas cosas de aquello que más me llamó la atención, que fueron algunas cosas. Algunas de las fotos las comparto con ustedes, las pongo a continuación.
Como cubano que lleva varios años en estas tierras lo primero que me salta a la vista fue el kiosco del Svensk – kubanska förening, (la organización sueco – cubana). Estaban ahí con lo de siempre, no hacía falta mirar para saber, la revista Kuba que sale de ellos, los libros sobre los cinco espías presos, que ya no son cinco pues uno de ellos si quisiera puede regresar a Cuba, brochires que venden viajes a Cuba, además libros sobre el Che Guevara y pulloveres con la imagen que se comercializa el ídolo comunista. No menos llama la atención que en el lugar de estos se escucha español, pero bien ajeno y lejano al que habla cubano, a pesar de de llevar el nombre de Cuba para su asociación. ¿No sería más natural que se llamara Asociación Sueco – Sudamericana? Así entenderíamos mejor el marquetin que hacen de productos como los pulovitos con la imagen del Che y la venta de chilenitos y pirogues expuestos sobre la bandera cubana.
Un grupo bien representado en ese lugar eran los exiliados iraníes que representaban al partido comunista de su país. Es un momento que aproveché para informarme de la realidad de esa nación, de muchos de los problemas que tiene de los que no se habla en la prensa, sobretodo de los sindicalistas y trabajadores que se encuentran en estos momentos en las cárceles islámicas, o sufren represión. Aunque no menos me llamó la atención la tendencia retro, por así decirlo, de estos exiliados persas, cuando aparecía en los puestos que estos tenían representaciones de Stalin y Lenin, personajes de los que el partido de izquierda sueco (comunista) se ha desconectado, por fuera desde hace tiempo ya.
No faltaron al evento las feministas comunistas, del foro feminista de Estocolmo, en el lugar que ellos tenían una gentil joven con una perrita. Me le acerqué y le pregunté por curiosidad si la perrita también era feminista, a lo que me respondió acertando: si, la perrita es feminista y muy feminista. Sólo alcancé a tomarle una foto y olvidé preguntar por el nombre de la perrita que daba gusto verla, invitaba a que la acariciaran, pero la idea que me vino a la cabeza de cómo se podía interpretar si la rozaba.
Los antirroyalistas también estaban representados, aunque no sólo uno los encuentra entre los comunistas, otros partidos tienen muchos de ellos.
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