A principios de este mes tuve que hacer un viaje a Italia y pasar por diferentes ciudades entre ella Turín. La misma es de una de las más importante que tiene ese país, económica y cultural. Nada más hay que pensar en el museo egipcio (Museo delle Antichità Egizie di Torino) que resulta ser el más importante del mundo después del museo del Cairo. La ciudad de Turín tiene una gran importancia histórica en la Italia de los tiempos modernos, pues fue desde allí que hombres como Victor Manuel II propulsó la unidad de Italia.
Este año se celebra el 150 aniversario de la unidad de Italia.
La Molle Antonelliana, símbolo de Turín
Turín es también un centro de devoción católica, es la ciudad donde San Juan Bosco realizó su obra, un verdadero ejemplo de la materialización de la doctrina social de la Iglesia Católica.
Estatua de San Juan Bosco, santuario de Maria Auxiliadora en Turín.
Púlpito desde el que don Bosco lanzaba sus predicas.
La figura de San Juan Bosco ejerce una atracción muy grande sobre todo cuando se contempla la obra que el mismo inició con los jóvenes abandonados en las calles de la ciudad de Turin. San Juan Bosco tiene que haber comprendido que lo más importante para cada ser humano no es que le den el pedazo de pan que necesita diariamente en forma de limosna. Eso al final no ayuda y en el caso de ser un hombre sano y fuerte no lo dignifica. Más importante y dignificante es que se le otorgue el medio para que la persona se gane por si misma ese pan, que sea la oportunidad de con su trabajo creador lo que le de el pan.
El trabajo es uno de los medios por los que el hombre llega a la realización personal, aunque no es el único. Para ejercer ese trabajo necesita cada individuo una preparación que en la época de san Juan Bosco quizá fuera un privilegio para los hijos de familias acomodadas. Los jóvenes de familias pobres y los más marginados en la sociedad encuentran la oportunidad de salir del estado al que el sistema imperante parecía condenarlos.
Catedral de Turín, lugar donde expone el Santo Sudario.
Para san Juan Bosco la concepción del hombre era de gran importancia ya que ella es la que imprime el sello de comportamiento para la vida. La imagen del hombre que se contempla atravez de Cristo creará en los jóvenes que se acercan al Santo un cambio radical en cuanto a su visión de la sociedad y del mundo. La enseñanza de san Juan Bosco se convertiría en una alternativa a los movimientos obreros violentos que surgían en Turín, aunque quizá no con la fuerza necesaria para cambiar toda la sociedad de ese entonces.
Pero antes de cambiar la sociedad por fuera se necesita cambiar al hombre por dentro. San Juan Bosco nos muestra que se necesita crear valores en los jóvenes que los hagan solidarios, además concientes de lo que han recibido no es sólo para si mismo sino para poner al servicio de todo el bien común. Así cambiaría la sociedad y la misma se volvería más solidaria, en donde cada ser humano encuentre un lugar y sea respetado.
Aquí está la obra más importante del santo de Turín, no tanto haber iniciado un proyecto social, sino uno humano partiendo de la revelación de Cristo, en donde se compromete la dimensión material y espiritual del hombre. Este sería el punto de partida para el cambio social, no basado en un proyecto político o económico, sino en uno humano en el cual las relaciones entre las personas sean a partir de valores de solidaridad y respeto.
Turín es una ciudad a la que se debe visitar, para un cubano no será difícil encontrar la similitud con las construcciones de la Habana. Largas calles por las que se pueden transitar a través de los portales, dándole lo necesario para ser una ciudad de paseo. Y, a lo mejor no parecerse mucho las iglesias, verdaderas obras de arte y exquisitez, a las de La Habana, pero si recordarlas. Si lo que marcará la gran diferencia con la capital antillana es el clima y las montañas de los Alpes, que rodean la ciudad con sus cumbres nevadas.
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