Estocolmo es sin duda alguna una ciudad muy musical, basta dar una ojeada a los cientos de programas culturales para ver que la música ocupa un lugar muy especial ahí. También las expresiones populares espontáneas son muy visibles, un recorrido por lugares publicos como el metro o los centros comerciales serían suficiente para que uno se encuentro con exponentes del arte popular. Yo tuve la oportunidad de poder filmar algunos artistas que bien pueden ser ejemplo del arte libre. Uno de ellos en el metro un señor de aspecto rumano que deleitaba a los pasajeros del metro con las alegres notas de la bamba. El otro, un bailarín que olvidó compartir la música con el publico que lo miraba bailar la danza silente, si no me equivoco se llamara esta pieza.
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