Es llamativamente sorprendente la decisión del G-20 de reformar el Fondo Monetario Internacional y darle más participación a las economías emergentes, en una reunión que se celebra en Corea del Sur. Esto significa en la práctica que países como India y China tendrán mayor poder de decisión en el organismo financiero internacional. En el caso especifico de China, ha logrado la misma quitarle a Japón el lugar de la segunda economía del mundo, y empezar a pisarle los talones a Estados Unidos.
Las economías del tercer mundo comiencen a dar señales claras de poder económico y del interés de estos países en lograr influencia en el Fondo Monetario Internacional. A diferencia de lo que considera el actual gobernante venezolano, Hugo Chávez, quien ha llamado al Fondo Monetario Internacional como “el mecanismo que tiene el imperialismo norteamericano para imponerle políticas económicas y sociales, salvajes, explotadoras, a los países del mundo.”
Visión futura: el dólar que habla chino?
Las aperturas de influencias del Fondo Monetario Internacional a países del llamado tercer mundo es una señal de cómo la economía se mundializa. Los países tradicionalmente líderes en la economía mundial tendrán que con el tiempo compartir las cuotas de poder con aquellos que se van logrando lugar e importancia.
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