Primeramente en el orden generacional en donde vemos una clara ruptura entre intelectuales y políticos con esta nueva generación que se llama a si mismo “Y”. Las rupturas generacionales siempre llevan consigo rozaduras y encontronazos ya que lo viejo y lo establecido trata por todos los medios de mantenerse, mientras que lo novedoso busca aparecer en la escena como una alternativa a lo establecido o como un paso de avance social.
Armando Pérez Roura y Elena Poniatowaka, una generación que no acepta que se rompa con los paradigmas que ellos mismo impusieron.
Si se mira más de cerca el irritación de Armando Pérez Roura con Yoani Sánchez se puede sacar a simple vista dos aspectos, uno el técnico y el otro el dialecto. El primero tiene que ver con la revolución informática que ha tenido lugar en nuestro mundo y del cual Cuba no ha estado exenta aunque las limitaciones materiales por un lado y las prohibiciones que impone el régimen por el otro retrasan que esta revolución llegue a Cuba. A pesar de esto los cubanos son parte ya de la blogofera universal y en la medida que pueden vencer las limitaciones y las prohibiciones salen adelante proyectos alternativos a lo ya establecido como lo es el portal Desde Cuba con su red de blog. El segundo aspecto, el dialéctico, nos muestra como los ciclos socio – generacionales se muestran con una gran claridad en la problemática de Pérez Roura con Yoani Sánchez. Aunque la misma Yoani no se lo proponga hay en su trabajo y en su forma de proyectar su trabajo y en los medios técnicos que ella usa para su trabajo una negación intrínseca de lo que Pérez Roura representaría. Esto anterior significa que por ejemplo los medios técnicos que el mismo Pérez Roura utiliza, que son las emisiones de radio para la ciudad de Miami no tienen hoy día la misma trascendencia y efectividad como hace cincuenta años atrás. Además, hay que pensar que el contenido del mensaje que se transmite apenas llega a unos cuanto que al mismo tiempo comparten la contemporaneidad con Pérez Roura y el acomodamiento, en mucho de los casos, en las viejas técnicas.
El discurso antiguo fue revolucionario y progresista en su momento, hace ya cincuenta años, y pasado el tiempo llegó a convertirse en el discurso oficial establecido casi incuestionable. Pero la juventud cubana, que a pesar de las limitaciones que le han impuesto, se actualiza con los movimientos intelectuales y sociales de este mundo globalizado. Yoani Sánchez y su “Generación Y” no es un mero fenómeno en su esplendido aislamiento sino que es parte de un fenómeno global nacido precisamente en Latinoamérica, que es “la generación del Crack” o la generación del rompimiento. Los viejos paradigmas ya no funcionan pues el mundo ha cambiado y los cambios son cada vez más veloces y estamos en un nuevo mundo que no se le puede encarar con viejos paradigmas.
Yoani Sánchez, figura del post modernismo cubano.
Hay un tercer aspecto que se refiere a la disidencia cubana que no se ha podido comprender muy bien ya que es novedoso aun para la disidencia misma. Es el paso del liderazgo de la disidencia desde una perspectiva política a una más intelectual y cultural. Esto se puede explicar, como se ha dicho anteriormente, dado por la influencia que tienen los movimientos que se dan a nivel global y que influyen en Cuba dándole el matiz particular que tiene la situación de Cuba. Aquí todo cambia de perspectiva, cuando ayer lo político subordinaba todo lo demás como cultura, deporte, música, creación literaria, etc, hoy enfoca como importantes otros aspectos, hoy son más importantes los intercambios culturales y académicos, los derechos humanos, el acceso a la tecnología, libertad de expresión y demás que el cambio político.
La reacción de Pérez Roura contra Yoani Sánchez es comprensible si la vemos como un hecho lógico en el desarrollo que ha tenido la juventud cubana, gracias a la información que ha ganado, con grandes esfuerzos muchas veces, del devenir de la globalización. Hablar de Yoani Sánchez y de los intelectuales y artistas que la rodean es constatar que a pesar de las limitaciones y prohibiciones por un lado, y las políticas del exilio, el Post-modernismo ha llegado a Cuba y ha echado raíces. Hablar de Yoanis es pensar en los jóvenes mexicanos del grito del Crack que estremeció a la vieja guardia intelectual mexicana, con Elena Poniatowska a la cabeza, la que mostrará una gran agresividad contra esos jóvenes intelectuales, un hecho del cual se le puede sacar un paralelo al del que Pérez Roura tuvo con Yoani.
A “Generación Y” le ha tocado crecer en medio de una doble dificultad, hasta hace poco era solo en Cuba y desde la oficialidad cubana que se le atacaba. Como hemos visto en estos últimos días los ataques físicos que ella y su esposo han sufrido por las fuerzas de seguridad del régimen.
No hay mejor imagen para describir las tensiones que crea un cambio generacional que las que nos da Carlos Varela en su canción “Guillermo Tell”.¿Cómo seguir adelante? Hay que primero reconocer que “Generación Y” está más allá de la política aunque las consecuencias de lo que dicen y hacen puedan tener consecuencias políticas. Pero esa es la libertad de expresión, el derecho que tiene cada persona de influir en su sociedad desde sus convicciones y manera de ver la vida. La generación representada en Pérez Roura debería ver que hay una masa de jóvenes cubanos ardientes por pertenecer más y más a este mundo globalizado a la que hay que prestarle atención, no solo en Cuba sino también en Miami. El mundo y con el Cuba y Miami ha cambiado mucho desde la fundación de “Radio Mambí”.
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