Mesa de Svensk – Kubanska föreningen (Asociación Sueco – Cubana) favorable al oficialismo cubano. Demostración del partido de izquierda sueco (antiguo comunista).
Primero de mayo, día de los trabajadores, amaneció en la ciudad de Estocolmo con una fuerte nevada que pronto desapareció pero que le dejó el paso a un viento fuerte y frío. Aunque esto no me impidió que tomara unos minutos para dar un recogido y ver un poco de los actos propios de esta fecha.
Al menos esta vez tienen un trato menos indigno con la bandera cubana.
La plaza de Sergel, frente a la Casa de la Cultura de Estocolmo, el centro neurálgico de la ciudad, era tomado por los anarquistas. El SAC, el sindicato que pertenece a los anarquistas suecos se congregaba allí. En uno de los lados de la plaza un cartel gigantesco con el de la ideología fatídica: Kommunism (Comunismo). Uno de los manifestantes portaba la tradicional insignia anarquista con el color rojo cambiado por el rosa, que representaría la tendencia del pensamiento de género. El portador, un hombre joven, vestía ropas de mujer.
En otra plaza, la de Hötorget, no muy lejos de la Casa de la Cultura, los comunistas suecos ocuparon el lugar. Verdaderos entusiastas que esperan, según uno de los carteles que desplegaron en la plaza, que un mundo mejor es posible con el socialismo. A diferencia de los anarquistas, muchos de estos peinaban mucho más que canas.
Bandera del partido comunista sueco.
Kungsträdgården es uno de los lugares más apreciados de Estocolmo, por su belleza como parque. En esta fecha es ocupado por el partido que considero más discreto que los comunistas, porque trata de no aparentarlo cuando se le llama vänsterpartiet (partido de izquierda). Trata de dar esa “buena apariencia” pero al mismo tiempo se le sale lo de comunista, sobre todo cuando descubres que quienes están amparados por el manto del partido de izquierda son nada menos que los del Svensk – kubanska förening (la agrupación sueco – cubana). Ya es conocido sus vínculos con el oficialismo cubano. Aunque tampoco faltó la bandera cubana, en el timbiriche armado para vender cosas de comida. Al menos este año se le ha tratado menos indignamente, no como un trapo de mesa, como hemos constatado en otros años.
Claro que no faltó la imágen del Che.
Grupos como el de curdos pidiendo la liberación del líder Ocalan, además de representaciones de diferentes agrupaciones de trabajadores y comunistas de Irán se vieron presentes allí.
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