Corea del Norte celebrará en este año el VII congreso del partido comunista, el primero desde hace treinta años. Se espera que esta cita sirva de marco para un proceso de sucesión ya que el actual dirigente norcoreano, Kim Jong Il, mantiene una salud quebrajada. Corea del Norte es el país del mundo mas cerrado que existe, quizás el único que mantiene un rígido sistema estalinista.
La prensa internacional ha vuelto sus ojos hacia ese país y la sueca no ha sido una excepción. Lo más importante ha sido el trabajo de Monica Braw, quien es licenciada en historia del Japón y se ha mantenido como observadora del caso de Corea del Norte desde su puesto de corresponsal para el diario Svenska Dagblade en Tokio. En la sección de Under Strecket, ha publicado Monica Braw un extenso trabajo analizando los detalles que envuelven la situación de Corea del Norte del 28 de septiembre.
Uno de elementos más importantes que considera Monica Braw describen la situación de Corea del Norte es la dificultad de recibir información sobre lo que allí sucede. Sobre lo que pasa con la población las fuentes son muy escasas, la información se reduce a lo que las organizaciones de ayuda humanitaria pueden experimentar y sacar al exterior, información que viene del mismo gobierno, o los refugiados que logran salir huyendo del país.
Interesante es la descripción que hace Monica Braw sobre la sociedad norcoreana, que aun bajo una de las dictaduras comunistas más férreas del planeta no deja de existir una sociedad dividida en clases. Existe desde 1958 una delimitada y clara diferenciación de clases, y no marcadas por a que nivel económico se pertenece sino que son otras categorías las que entran en juego. Primero se describe lo que se le llaman “la clase núcleo”, alrededor del 30% de la población, a la que pertenecen los dirigentes. “La clase de los inseguros” comprende a los trabajadores, los maestros, los campesinos, y los que realizan el servicio militar. Por último, “la clase enemiga” pertenecen no sólo los que son sospechosos de estar opuestos al sistema sino aquellos que colaboraron con los japoneses durante la ocupación de entre 1910 y 1945, miembros de organizaciones religiosas, surcoreanos que se tomaron prisioneros durante la guerra de Corea y coreanos que han nacido y crecido en Japón. En esta categoría de persona están incluidos también los hijos.
Importante información sobre Corea del Norte que Monica Braw da en su trabajo es que el desarrollo en el país durante los años 60 y 70 fue relativamente bueno hasta que en 1990 se convirtió en el caos que se conoce hasta hoy. Gran parte de esta situación es gracias a la desaparición de la Unión Soviética. La cifra de muertos por las hambrunas producidas se calculan entre 25 mil y 3 millones.
Las razones para que aún se mantenga el sistema norcoreano, según Monica Braw, citando al investigador americano B R Myrs, son, por un lado, que es una sociedad estalinista, mientras que por otro todo parece indicar al confucianismo con su división social en el que las clases sociales son inmovibles. En la sociedad norcoreana funciona también un sistema que tiende a lo religioso, en donde Kim Il Sung se presenta como “Dios – padre” y Kim Jong Il como “hijo”, una especie de Jesucristo.
Existe otro factor que Myers da y que Braw retoma en su trabajo es la “mono etnicidad” y que tiene que ver con que el pueblo norcoreano es algo así como una “raza pura” que no ha todavía logrado mezclarse. Una cita del órgano del partido norcoreano dice “La mono etnicidad es algo de lo que nuestra nación y ninguna otra en el mundo, puede estar orgullosa,.. Nada puede hacer sentir a nuestra nación humillación y furia que cuando se habla de multi etnia, multi sociedad … que hasta puede hace la sangre de nuestro pueblo más débil.
El nacionalismo es y ha sido un instrumento muy útil en las manos de los sistemas totalitarios, desde Hitler, Stalin, Mao, y no menos el sistema cubano. Claro está que existe una diferencia entre el nacionalismo norcoreano y el cubano, desarrollo histórico de los pueblos, cultura, situación geográfica. Aunque, la manera que los gobernantes de los respectivos países manejan este mecanismo del nacionalismo, es el punto que tienen en común.
Aunque las realidades de Cuba y Corea del Norte en este momento son diferentes, no podemos dejar de tener en cuenta lo que ha significado que se hayan abierto tantos canales de información en Cuba. Información que estaría imposibilitada de salir al exterior, como hoy en la porción norte de la península de Corea sino fuera por las aperturas que hacia Cuba se han realizado. Claro que no se puede hablar de democracia en las categorías de los países occidentales, pero si se puede hablar de una apertura en el sistema, que se ha logrado en gran medida gracias a la iteración que se produce cuando los extranjeros tienen la posibilidad de visitar Cuba como turistas.
Cuba y Corea del Norte quizá puedan considerarse dos importantes paradigmas del desarrollo post soviético. Corea del Norte ha logrado mantener un régimen de tal nivel de clausura que hasta la información de cómo puede ser la vida común es difícil de lograrla. A diferencia de Cuba, en donde fluye un torrente informativo que mantiene al mundo y los interesados en el tema al tanto de los pormenores de la Isla.
Hubiera podido ocurrir todo lo contrario, que Fidel Castro lograra mantener el hermetismo de los 60, 70 y 80 sobre Cuba, tanto de dentro para fuera como viceversa. En ese caso, los avances que se han logrado, tales como la apertura social lograda, el movimiento disidente y democrático, tan sólo eso hubiera sido imposible. La comunicación con el extranjero y la de los cubanos con el extranjero es el elemento más importante para que se den los primeros pasos de la destotalización de una sociedad. No podemos olvidar que si la sociedad cubana se ha podido abrir pese al sistema que se le ha impuesto es gracias a que no se le ha aislado.
Desde la perspectiva cubana habría que ver el caso de Corea del Norte a través del cristal de la Isla caribeña. Cuba representa lo que Corea del Norte pudo haber sido si la apertura de alguna manera se hubiera dado, Corea del Norte significa el destino que hubiera tomado Cuba de persistir el aislamiento. Al final, como muestra Corea del Norte, los muertos los pone siempre los más débiles, los dirigentes comunistas tendrán argumentos de sobra para hacer caer las culpas más allá de las fronteras. El aislamiento perjudica sólo a los pueblos y frena las posibilidades de democratización y apertura en sociedades totalitarias. Esperemos por una apertura y el cese del aislamiento a Corea del Norte en beneficio de los sufrido millones de seres humanos secuestrados por el clan de Kim Il Sung.
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