Escapar de los regimenes totalitarios no significa necesariamente escapar del área de acción de las fuerzas de seguridad y represivas de los mismos. Los cubanos tenemos una gran experiencia en este caso. La historia muestra hasta donde los brazos de la represión de los regimenes totalitarios pueden extenderse, nada más que recordar el asesinato de León Trotski en México a manos de los servicios de seguridad estalinistas.
En Suecia se ha suscitado un escándalo ya que exiliados que huyen del régimen islámico de Irán han sufrido persecución por parte de las fuerzas de seguridad de esa dictadura con base en Suecia. El régimen iraní se instala tras los disturbios que en 1978 surgen en ese país en contra del rey Mohammad Reza Pahlevi, que culminan con la huida del mismo en enero de 1979, al mismo tiempo regresaba Roluha Jomeini, i en abril de ese año se proclamaba la republica islámica.
En junio 2009 se desata una serie de protestas contra los resultados de las elecciones, las protestas llegan a conocerse como la revolución verde, por el color que se utilizaron en los pañuelos usados.
El diario sueco “Svenska Dagblade ha contactado ha exiliados iraníes que han sufrido represalias por parte de agentes de seguridad iraníes. En artículos que han aparecido los días 8 y 9 de enero se ha tratado el problema. Las represalias se dirigen en contra de los exiliados directamente o de sus familiares tanto en el extranjero como en Irán. Las acciones de los cuerpos de seguridad iraníes van dirigida sobre todo a los que de una manera directa han criticado las elecciones del pasado junio.
El diario sueco da a conocer también que el régimen de Teherán está implicado en una serie de muertes de iraníes exiliados alrededor del mundo hasta que en 1990 cambio los métodos por las persecuciones.
Mustafa Piran, un exiliado irani que vive actualmente en la ciudad de Gotemburgo, al sur de Suecia, su hijo, Peyman Piran, es una de las figuras principales del movimiento estudiantil critico del gobierno. A Mustafa le han llamado por teléfono una vez a su casa y él que estaba del otro lado de la linea le hizo una advertencia en persa sobre que conocían las actividades que realiza y que de las cuales puede esperar represalias.
Peyman Piran asegura que estos son métodos de las fuerzas de seguridad para hacer que ellos propagen a favor de Ahmadinejad en la radio de emigrantes. Esto bajo la amenaza que a su hermano lo torturarían. Peyman vive ahora en Noruega pero antes pasó un año en una cárcel secreta de Teherán. En ese tiempo recibió su familia muchas llamadas telefónicas en las que se les advertía no hicieran criticas al régimen.
Reza, un exiliado iraní que también es refugiado en Suecia y que quiere mantenerse en el anonimato, relata su historia, a finales de octubre llama su hermana que tiene su residencia en el norte de Irán. A ella se le arrestó por las fuerzas de seguridad y se le maltrató. Las fuerzas de seguridad arremetieron contra su hermana pues es el único familiar con el que él mantiene contacto. Antes del verano del 2009 hacía 15 años que Reza no se mezclaba en cosas políticas, treinta años atrás hizo resistencia a la revolución islámica. En 1992 llega a Suecia después de estar por varios países buscando refugio.
A pesar que el régimen de Irán ha usado métodos de coacción contra Reza y la familia Piran no han logrado callarlos en sus denuncias. A pesar de la violencia y las amenazas.
Los jóvenes socialdemócratas suecos tomaron la iniciativa de entregar una carta de protesta al embajador de Irán. En la misiva se exhorta al régimen iraní a realizar nuevas elecciones presidenciales, respetar las demostraciones libres y terminar con la violencia a los opositores. La presidenta de los socialdemócratas suecos pide al gobierno de su país que se bloquee la entrada de los dirigentes iraníes a Suecia. Fredrick Malm parlamentario del partido liberal y que se le conoce por su solidaridad por la causa democrática como la cubana, ha expresado que la prohibición de la entrada a Suecia de los leales al régimen iraní es una buena idea, pero mejor sería que se decretara una cero tolerancia contra los actos de ultraje contra los exiliados iraníes en Suecia.
En la embajada de Irán en Estocolmo se niegan las acusaciones de violencia y persecución. Rasoul Bashiri Mousavi, consejero de la embajada, responde que los iraníes son libres de expresar sus puntos de vista en el lugar que se encuentren, dentro de los límites la ley. Y continúa diciendo que los iraníes que viven en el extranjero tienen derecho a expresarse, así como lo hace el pueblo en Irán.
En la foto exiliados iraníes dejan la embajada de Irán en Estocolmo, esperan que el embajado haga lo mismo que el de Noruega deserte de su misión.
El vocero del ministerio de relaciones exteriores suecos ha dicho que el caso de espionaje entre los grupos de refugiados en Suecia no es ninguna noticia. Estas situaciones acostumbran a manejarse dentro de los marcos de la ley.
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