Casi todo un continente puesto para aislar política, económica y diplomáticamente a la pequeña nación de Honduras, y todavía el presidente de Bolivia Evo Morales dice temeroso que toda la movilización continental no basta para doblegar a los que han tomado el poder en la nación centroamericana.
También está rodando por Youtube el video de Hugo Chávez que desde su puesto de mando coordinaba las acciones que se vinieron haciendo en el aeropuerto de Toncontín en Tegucigalpa. Los pilotos que dirigían la nave venezolana no se decidieron a aterrizar más resolvieron regresar después de varios intentos y las advertencias de la torre de control de Toncontín. Zelaya ni aterrizó ni se tiró del avión en un paracaídas, como dijera si lo hubiera tenido, (hay que preguntarse si faltan los paracaídas en los aviones militares venezolanos)
Si Magdalena la Pelua fuera comentarista política la primera observación que daría sobre los presidentes subordinados a Chávez: Rafael Correa de Ecuador, Fernando Lugo de Paraguay y Cristina Fernández de Argentina, todos ellos sufren de una seria “apendijitis aguda”. Todos ellos estaban dispuestos a desembarcar con el destituido presidente Manuel Zelaya en el aeropuerto de Toncontín, como Chávez lo había ordenado. Rafael Correa hizo un tremendo alarde de su guapería que dejaría corto al más guapo de Jesús Maria en La Habana, había expresado que estaba dispuesto hasta recibir un tiro y morir por la causa de la revolución bolivariana. Pero la nave aérea no aterrizó y los guaposos chavistas siguieron otro rumbo, y por si las moscas en otro avión, porque no se atrevieron hacerlo en el que viajaba Zelaya.
Mucha gente se congregó en la parte sur del aeropuerto de Toncontín después de romper la barrera de policías y militares unos minutos antes del momento programado para que el avión que conducía a Zelaya llegara y tratara de aterrizar. Los manifestantes se disponían entrar en la pista para “rescatar” a Zelaya si fuera necesario. Esto creo una escena de violencia en la que perdieron la vida dos personas y varias resultaron heridas. Un joven murió tratando de cruzar la cerca, primero se le acusa a al ejercito pero una investigación da por resultado que la bala que mataría al joven hondureño no provenía de las armas de los militares, pues estos las usaban de plástico. La otra muerte y los heridos fueron a causa de la descontrolada violencia que se suscitó en la turba de manifestantes. Hubieron personas que requirieron asistencia médica a causa de los gases lanzados por el ejercito.
La situación mostró la debilidad del gobierno de Roberto Micheletti al no dejar aterrizar el avión que supuestamente conducía al depuesto Manuel Zelaya a Honduras. Si Zelaya lograba aterrizar en Toncontín entonces si los seguidores del mismo que se encontraban en el lugar se lanzarían a su rescate, sin pensar en el precio que podría costar, cientos de vidas. Esto sería el detonante de una espiral de violencia que pudiera terminar no se sabe, una intervención de las tropas venezolanas y nicaragüenses, pudiendo el conflicto extenderse involucrando a otras naciones.En fin si Micheletti está tan interesado en juzgar a Zelaya ¿por qué no lo deja aterrizar en Toncontín? Si un país sabe que un delincuente que tiene cuentas pendientes allí viene en un avión le deja entrar para cogerlo y llevarlo ante la justicia y no le impide la entrada en su territorio.
Honduras por un giro de la historia se convierte en una segunda Cuba pero al revés, es sancionada por la OEA a la separación de ese organismo interamericano, precisamente en el año en que se trata de aceptar de nuevo a Cuba, que en su momento fue separada también de ese organismo. Al igual que Cuba sufre Honduras el aislamiento de las demás naciones Latinoamericanas que intentan de alguna forma crear un bloqueo contra esta.
Y lo más interesante, los hechos del aeropuerto de Toncontín se convierten en un Girón a favor de Roberto Micheletti, el Girón de Honduras, la primera gran derrota del imperialismo chavista en América. Para colmo de la ironía de la historia le pasa a los manifestantes lo mismo que a los que desembarcaron en bahía de Cochinos, los dejaron solos y embarcados, en Cuba fueron los americanos, en Honduras los chavistas. Ni a Chávez ni a Zelaya le importó dejar a su seguidores embarcados, casi matándose entre ellos, y con el riesgo de que los pudieran masacrar allí, ni suerte que pudieron haber corrido estos seres humanos, ¿cuántos no pudieron morir allí? Para colmo, Zelaya no sólo deja a su suerte a sus seguidores, sino que corre para Washington, y sonriente se retrata con la secretaria de estado norteamericana Hillary Clinton.
El Girón que protagonizara Honduras al imperialismo chavista no será una muestra de que las operaciones militares ya no están comandadas por Fidel Castro, quien no hubiera aceptado el acobardamiento de Zelaya y de los pilotos y que los hubiera obligado a aterrizar. Una posibilidad radica en que muchos dirigentes como el mismo Chávez sabe que ya Fidel está muerto y no hay quien los pueda poner bajo un mando y en orden. Porque dos cosas han quedado al descubierto con el Girón hondureño, una que se nota la ausencia de Fidel Castro y la otra que el chavismo no ha mostrado más que ser un desparpajo puro. Chávez ha quedado solo para ofender a los demás que no están con él, y lo que le sobra de ambición le falta de razón, y de legitimidad le va quedando poca cada día.
Para terminar se puede decir que en los aires de Toncontín, el imperialismo chavista ha sufrido su primera gran derrota en América. Quizá los asistentes y superiores de Hugo Chávez vean que “Alo presidente” tiene que sentarse a reflexionar (no como las reflexiones del comandante) sino pensar como se debe, después de recibir su derrota en el “Girón” hondureño.
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