Texto y fotos German Diaz
diazguerra16@gmail.com
Con gran preocupación se difunde por el mundo la noticia de la profanación de la sinagoga de Maripérez, la más antigua de Venezuela. El hecho ocurrió el pasado viernes en horas de la noche. Los atacantes se mantuvieron cinco horas dentro del templo en donde causaron daños materiales, cometieron robos y deshonraron los libros sagrados. Esto no es un hecho aislado en si mismo, con anterioridad habían sido filmados los feligreses por desconocidos, y el pasado 20 de enero se pintaron carteles antisemitas en la fachada.
El gobierno de Chávez ha incentivado el sentimiento antisemita y lo que el viernes sucedió es el fruto de un largo y sistemático trabajo de propaganda contra esa comunidad. No podemos olvidar los lazos del gobierno de Venezuela con el régimen de Irán que es por naturaleza anti-judía.
Chávez niega tener relación con el hecho y acusa de esto a sus enemigos políticos, lo que parece absurdo. Si es que realmente fueron sus enemigos políticos, tal como Chávez afirma, ¿cómo es que no actuó con anterioridad ante los hechos sucedieron en vísperas del asalto del viernes? Además, ¿quién no sino los mismos medios estatales venezolanos, quienes promueven esas campañas descontroladas de contenido antisemitas que permean la sociedad?
Los hechos son de extrema gravedad viniendo de donde vienen. Esto cuestiona la libertad de religión y culto en un país como Venezuela. El cual enrolado con líder fuerte que propone un socialismo del siglo XXI que va tomando cada vez más el aspecto del nacional socialismo de los años 30 en Europa. Por el momento no nos queda más que darle el pésame a Venezuela por su “Noche de los Cristales Rotos”.